La verdadera técnica para lavar dinero
Usando CO2 “supercrítico” logran remover el sebo a los billetes viejos.
Un billete, a lo largo de toda su vida útil, pasa de mano en mano, se cae en las calles y las aceras, con el tiempo se va enmugreciendo y, cuando ya está en muy malas condiciones, antes de entrar nuevamente a un cajero automático, se envía a la trituradora.
En vez de destruirlo, los científicos han desarrollado una nueva forma de limpiar el papel moneda para prolongar su vida. La investigación, que aparece en la revista ACS de Investigación de Ingeniería Química, podría ahorrar miles de millones y reducir al mínimo el impacto ambiental de la eliminación de billetes.
Nabil M. Lawandy y Andrei Smuk señalaron que la sustitución de la antigua moneda es un problema creciente. Cuando los billetes están demasiado sucios, los bancos centrales los sacan de circulación y son reemplazados con billetes nuevos.
Como resultado, se imprimen cerca de 150 mil millones de billetes nuevos cada año, a un costo aproximado de $10 mil millones de dólares. Y cerca de 150 mil toneladas de billetes viejos se destinan a la trituración y eliminación. El principal culpable de esta costosa rotación es sebo humano, la sustancia grasa, cerosa que el cuerpo produce para proteger la piel, también es la pesadilla de los adolescentes con tendencia al acné.
Durante la vida de un billete, de alrededor de 3 a 15 años, dependiendo de la denominación, el sebo se acumula en su superficie, reacciona con el oxígeno del aire y se pone de un tono amarillento. Para retrasar la jubilación de un billete de banco, el equipo de Lawandy decidió ver si los podían limpiar y quitarles el sebo acumulado.
Para ello, utilizaron CO2 ”supercrítico”, que actúa como un gas o un líquido y se utiliza comúnmente en otras aplicaciones de limpieza. Cuando lo probaron en los billetes descubrieron que elimina con eficacia el sebo oxidado y el aceite de motor, dejando intactas las características de seguridad como los hologramas y tintas fosforescentes.
Si te interesa saber más sobre este tema visita el sitio de la revista ACS.
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